Alan M. Turing (1912-1954) especificó un ordenador teórico completamente abstracto que pudiera llevar a cabo cualquier cálculo realizable por un ser humano. El mismo Turing aprovechó la oportunidad para dar vida a sus ideas mediante sus investigaciones sobre lo que generalmente se consideran los primeros ordenadores digitales electrónicos funcionales del mundo, desarrollados en Gran Bretaña
durante la Segunda Guerra Mundial.
Entre otros proyectos, colaboró en la construcción de la serie Colossus, máquinas de propósito específico, dedicadas a la criptología, no fácilmente modificables para otro fin.